La ruta del Ter es un recorrido que puede hacerse tanto en bicicleta como a pie y que consta de cuatro etapas. Es una opción ideal para aquellos amantes del BTT y enlaza dos puntos turísticos clave: la Costa Brava y los Pirineos. Por eso, es una ruta en la que disfrutar de paisajes increíbles, una buena gastronomía, puntos históricos y culturales y, por supuesto, gozar haciendo deporte.
Ruta del Ter en bicicleta
Siguiendo el curso del río Ter, esta ruta atraviesa cinco comarcas de Cataluña, por lo que hay muchas opciones para descubrir panorámicas y paisajes únicos, pero también para hacer turismo rural o conocer algunos monumentos interesantes de las ciudades y pueblos que se atraviesan, perfecto si se está interesado en el patrimonio histórico y cultural de la zona.
Se trata de un recorrido de 220 kilómetros, aproximadamente. El punto de inicio para la ruta sería Vallter, en Setcases, a 2200 metros de altura, hasta la desembocadura del río Ter en el mar Mediterráneo, en la Gola del Ter, en el municipio de Torroella de Montgrí-l’Estartit.
Para aquellos que aman las rutas en bicicleta: la ruta del Ter.
Hay cuatro etapas que conforman el recorrido y el nivel varía a lo largo de toda la ruta.
Etapa 1: de Vallter a Ripoll
Con una distancia de 48,7 kilómetros, esta primera ruta es de nivel medio y pasa cerca de pueblos como Vilallonga de Ter, Camrpodon y Sant Joan de les Abadesses. En esta primera etapa del recorrido se puede conocer un entorno rural encantador y también otros lugares de interés como la Font Negra, desde donde se observan buenas panorámicas de La Roca. También se pasa por un puente histórico, el de El Molí, y un río joven.
Etapa 2: de Ripoll a Manlleu
Se recorre una distancia de 46,7 kilómetros y el nivel es alto, perfecto para BTT. Durante este tramo se visitan lugares como el Parque del Castillo de Montesquiu y pueblos como Sant Quirze de Besora, Saderra y Borgonyà. Por supuesto, también se disfruta de paisajes y entornos naturales como La Farga de Bebié y el Meandro de l’Illa. La ruta acaba en Manlleu, en el Museo del Ter.
Etapa 3: de Manlleu a Girona
Esta tercera etapa es bastante larga, de 75,24 kilómetros, y el nivel es medio alto, así que hay que estar preparado. Se circula por una vía verde y por en medio de municipios como Roda, Bescanó, Salt y Girona. También en esta etapa se pasa por lugares como el Pasteral, los grandes embalses del Ter y los pantanos de Sau y Susqueda.
Etapa 4: de Girona a la Gola del Ter
De 49 kilómetros, esta última etapa es larga, pero fácil y sobre terreno llano. Aún siguiendo el curso del río, se va por lugares como la playa del Estartit, el Congost de Sant Julià y Sobrànigues. Finalmente, toda la ruta acaba en la Gola del Ter.
En definitiva, la ruta del Ter es una magnífica idea para aquellos amantes del BTT, de los paisajes, la naturaleza y la gastronomía, ya que en muchos de estos pueblos se pueden encontrar restaurantes que sirven comida típica y deliciosa.