Velocidad: ¿a cuánto ir por carretera y montaña?

El ciclismo es un deporte que requiere de una exigencia física importante. Lo cierto es que, en una competición la velocidad puede determinar el resultado, pero en un entrenamiento no tiene porqué ser esencial. Conseguir ser el más rápido compitiendo no quiere decir que tengamos que ser los más rápidos entrenando. La celeridad media en el ciclismo es el resultado de muchos factores. Para interpretarlo de forma correcta es necesario analizar los datos con calma y perspectiva.

De igual modo, debemos atender a las condiciones climáticas (como el viento o la lluvia) y, sobre todo, a las condiciones del terreno. Es decir, no es lo mismo rodar por una vía llana y lisa de una carretera en buen estado, que hacerlo por montaña con caminos de piedras y desniveles considerables. La exigencia física que requiere cada vía es totalmente diferente. Otro de los condicionantes es el cansancio, no es lo mismo realizar un entrenamiento a principio de semana, que hacerlo al finalizarla. Todo influye en las marcas de los entrenamientos y las pruebas.

VELOCIDADES EN CARRETERA Y MONTAÑA

Aunque parezca que no, las velocidades que se alcanzan con una bicicleta de montaña son totalmente diferentes a las que se logran con una bicicleta de carretera. ¿Por qué? Además de tener en consideración los factores descritos anteriormente como la tipología del terreno, el clima, o el cansancio, algo que hay que tener en cuenta es la bicicleta en sí. Existen diferentes tipos de bicicletas, algunas más ligeras que otras.

Así pues, con una bicicleta de montaña un ciclista de bajo nivel alcanzará una media de 10 o 12 kilómetros hora. Sin embargo, si el ciclista cuenta con un buen nivel, puede lograr una media entre 15 y 20 kilómetros hora. Ahora bien, cualquier persona que rueda por carretera llegará a los 20 kilómetros hora sin esfuerzo, alcanzando los ciclistas de nivel intermedio los 25 o 30 kilómetros horas con facilidad.

No hay que olvidar, que estas marcas se superan con creces en ciclistas profesionales o en aquellos que realicen competiciones. La media en carretera supera los 45 kilómetros hora, mientras que en montaña se superan los 30 kilómetros hora. Muchos se cuestionan sobre la celeridad máxima, un tema que interesa, pero a que la misma vez presenta un atributo de peligrosidad.

Sin duda, las mayores velocidades alcanzadas se registran en vías de montaña y carretera en bajada. Se puede lograr con facilidad entre los 70 y los 100 kilómetros por hora. Aunque es cierto que es necesario poseer una destreza especial y una técnica rigurosa sobre la bicicleta. No obstante, aunque en los últimos metros antes de llegar a la meta también se consigan altos valores, no hay que olvidar que hay que tener cuidado con las velocidades máximas que alcanzan los ciclistas.

Finalmente, recordar que para medir la velocidad media al dividir el espacio recorrido por el tiempo que se empleó al finalizar. Sin olvidar siempre que los valores obtenidos deben ser analizados junto con el clima o la tipología de la vía en la que se dieron a los pedales.

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