Todos los aficionados al ciclismo se habrán dado cuenta ya de que en los últimos años ha surgido una tendencia que ha venido para quedarse: el gravel. Pero, ¿sabemos en qué consiste exactamente y cómo podemos ponerla en práctica de forma sencilla, sin salir de Cataluña?
¿QUÉ ES ESTA TENDENCIA EN EL CICLISMO?
El gravel es una moda que se caracteriza por su aspecto híbrido. Aquellos ciclistas que estén cansados de tener que escoger qué prefieren, carretera o montaña, están de enhorabuena. El gravel les permite pasar de un medio a otro con facilidad y duplicar las rutas que pueden disfrutar sin tener que cambiar de vehículo. Las bicicleta de gravel se caracterizan por tener un manillar curvo que recuerda al de las bicis de carretera. No obstante, las ruedas están preparadas para soportar suelos más intensos que el simple asfalto, como la tierra o la grava. Y todo esto sin perder ni un poco de eficiencia en cualquier terreno.
LAS MEJORES RUTAS GRAVEL POR CATALUÑA
Con una bici gravel resulta muy sencillo disfrutar de algunas de las rutas de btt más conocidas de esta Comunidad Autónoma. Estas son cuatro opciones que no defraudan:
- Ruta de los Reales Monasterios de Cataluña: los amantes del turismo querrán empezar por esta ruta, ya que conecta algunos de los centros monásticos más importantes de la provincia de Tarragona, como el de Santes Creus. Es una ruta ideal para los que buscan la combinación perfecta entre naturaleza y centros turísticos.
- Puerto de Collsacreu: la subida a este puerto es, sin duda, una de las etapas más interesantes de la Vuelta a Cataluña. Esta primera etapa de la carrera comienza en Calella, un pueblo de la costa del Maresme que hará las delicias de cualquier ciclista. La subida al puerto de montaña, aunque exigente, no es la ruta más dura de la Vuelta.
- Montserrat: hay diferentes formas de recorrer este conjunto montañoso, un viejo conocido dentro del ciclismo catalán. Aunque predominan las rutas por carretera, Montserrat es un imprescindible en la lista por su paisaje, de una belleza única en la región.
- Ruta de Collserola: esta opción está especialmente pensada para aquellos ciclistas que viven en Barcelona y buscan desconectar de la gran ciudad sin tener que hacer un gran desplazamiento. Los 35 kilómetros que componen esta ruta son amables para los principiantes y la convierten en una ruta muy fácil de disfrutar un domingo de primavera.
- Tracks Cerdannya Gravel: parte de dos recorridos distintos con 212 km y 285 km, pensados para ser realizados en tres y cuatro etapas respectivamente. Cada recorrido dispone además de dos tracks, uno con una proporción de asfalto/tierra de 50/50% y la otra con una proporción de 80/20%. Estos dos tracks estarán a disposición del biker que realice la ruta, de tal manera que en cada intersección los participantes podrán escoger si siguen la ruta por tierra o lo hacen por carretera. De esta forma, cada grupo podrá adaptarse la ruta a su medida. En cualquier caso, el ciclista descubrirá un territorio ideal para la práctica del gravel, donde las carreteras asfaltadas terminan a la llegada a las pistas de esquí, pero las pistas forestales con buen firme siguen para realizar pasos de montaña de ensueño, rodeados de lagos y bosques de abetos más allá de los 2000 m de altura.